sábado, 8 de marzo de 2014

08/03: Vagabond Vol. 30



08/03: Vagabond – Vol. 30 (224 Págs.)
Takehiko Inoue – Editorial Ivrea 2009

Simplemente una obra de arte. En este manga, tomando como base la novela de Eiji Yoshikawa, el aclamado autor Takehiko Inoue (quien había triunfado con su manga sobre el basket, Slam Dunk) se lanza a relatar la historia de Musashi Miyamoto, un histórico guerrero y espadachín del Japón feudal autor de El Libro de los Cinco Anillos.
 Esta serie empezó su andar en 1998, en la editorial Kodansha, y aún hoy se continúa publicando. En nuestro país, Editorial Ivrea trae los tomos españoles, en una muy bonita edición con 8 páginas a color y sobrecubiertas. Este tomo 30 contiene los capítulos 361 al 369, y la traducción de Marcelo Vicente. Lamentablemente, no contamos con las ricas e informativas aclaraciones del traductor Agustín Gómez Sanz de los tomos anteriores.

 Por el Año 1600, Matahachi Hon Iden y Takezo Shinmen, compañeros de armas y amigos desde la infancia, son dos de los pocos supervivientes de la decisiva y sangrienta batalla de Sekigahara, a pesar de haber participado del bando perdedor. Shinmen Takezo, quien será conocido como Musashi Miyamoto, lleva la violencia en la sangre pero después de regresar a su aldea y conocer al monje Takuan decidirá iniciar una nueva vida en una constante búsqueda de autoconocimiento y superación. Desde ese momento, Musashi vagará por el país enfrentándose a los más grandes expertos en el arte de la espada y de las artes marciales que se crucen en su camino en un periplo destinado a convertirle en toda una leyenda.
 Como todo buen protagonista,  siempre tiene que tener una chica en su vida. En este caso será Otsu, una amiga de la infancia que estaba comprometida con su mejor amigo Matahachi, pero cuando Musashi abandona la aldea para seguir “El Camino de la Espada”, ella sale en su búsqueda.
En cuanto a adversario, a Musashi siempre se lo ha asociado con otro samurai de la época, llamado Kojiro Sasaki. Como un dato interesante, vale la pena resaltar que el Kojiro verdadero no era sordo, pero Takehiko Inoue le atribuye esta discapacidad para enriquecer al personaje, y hacerlo más carismático.
El dibujo de Inoue es demasiado elaborado, buenas líneas y sombras. Maneja muy bien las expresiones de los rostros, los vestuarios,  y es impresionante la manera en que plasma el bello facial. Contiene muchas escenas de sexo, y violencia pero hasta en esas situaciones, se ve muy bien y cuidado. Como él mismo lo aclara, esta obra tiene mucho que ver con la relación del cuerpo y la naturaleza que lo rodea, por lo que los fondos (bosques, mar, etc.) tienen una grandilocuencia que te parte la cabeza.
 En este tomo, encontraremos más diálogos que en tomos anteriores, y carecerá de escenas de peleas. Mientras Musashi se encuentra prisionero y recuperándose de la herida de su pierna, tendrá unas ricas charlas con el comisario que te hace reflexionar mucho sobre la condición humana, la importancia que tenía el honor, y temas universales como la necesidad del reconocimiento ajeno para llenar las carencias afectivas. La parte sobrenatural del tomo vendrá en el fantasma con el que Otsu interactúa.
 Es una serie que te atrapa por lo perfectamente dibujado, y por el mensaje que encontramos en la vida de este mítico personaje

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