martes, 1 de abril de 2014

01/04: The Walking Dead Vol. 9: Aquí Subsistimos



01/04: The Walking Dead Vol. 9: Aquí Subsistimos (144 Págs.)
Robert Kirkman y Charlie Adlard – Ovni Press 2013

No tardé mucho en volver a este lindo vicio llamado The Walking Dead. Los tomos 25,26 y 27 publicados en el país por la editorial Ovni Press (siempre con la traducción de Mauro Mantella) son recopilados en este noveno volumen, y corresponden a los números originales USA 49 a 54. Se nos incluyen una linda galería de portadas a cargo del mismo dibujante de la serie, Charlie Adlard, quien se luce en esto tanto como en el dibujo, jugando mucho con las sombras y los rostros en penumbras. El resto del trío, lo completan de Cliff Rathburn en los grises y por supuesto, Robert Kirkman, en el guión, quien se enfrenta  a la dura tarea de intentar reemplazar un antagonista y unas sagas que atrapen tanto como las anteriores.

 Luego de escapar de la prisión, Rick y su hijo Carl paran momentáneamente en un pequeño pueblo, aunque pasan varias dificultades y los ánimos no son los mejores. Se hace hincapié en la soledad que sienten y la búsqueda de suministros para sobrevivir, aunque luego se encontrarían con el grupo sobreviviente de la prisión. El grupo permanece un tiempo en la antigua granja de Hershell, hasta que se encuentran con tres nuevos personajes: Eugene Porter, Rosita Espinosa y el Sgto. Abraham Ford. Eugene dice conocer el origen de la plaga (algo que parece misterioso y atenta contra la esencia de la serie) y que por esa razón debe viajar a Washington para encontrarse con otros científicos. Los sobrevivientes deciden acompañarlos en el viaje, después de enfrentarse a una horda de muertos.

Esta saga claramente es de transición. Rick y Carl como claros protagonistas, tendrán su tiempo para hacer el duelo de su familia perdida, enfrentarse solo a adversidades y finalmente encontrar al grupo y con una nueva misión a realizar. Y de esta manera tenemos nuevos problemas para que los sobrevivientes se enfrenten en las próximas sagas. Tenemos un punto alto de la saga cuando Carl habla con su padre enfermo, demostrando que ha crecido y ya no está para juegos, si no para adaptarse a este nuevo mundo. El otro punto alto sin duda es cuando Rick atiende el teléfono que suena misteriosamente, y vemos su manera de realiza el duelo, aunque este recurso se lleva a cabo en la serie y esté mejor realizado.

 Ya con un nuevo objetivo, nos queda esperar que en las próximas sagas sigan las complicaciones, peligros y trastornos personales, que tanta emoción le dan a esta serie, y con esos personajes con los que me encariñe pero a la vez sé que en el momento menos pensado los hacen boleta.

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