viernes, 2 de mayo de 2014

02/05: Metrópolis



02/05: Metrópolis (160 Págs.)
Osamu Tezuka – Deux Studio 2007

Como siempre, vuelvo a reseñar una de las obras del Dios del Manga, Osamu Tezuka. Sigo con su etapa naif, en donde el autor aún apunta al público infantil, pero con historias con runflas políticas o referencias a la tecnología y la Guerra Fría. En este caso Metrópolis la publicó en el país la nefasta editorial Deux Studio, y  como siempre, olvídate de saber quien tradujo la obra ni de qué fuente hizo la adaptación para este producto lo cual se mantendrá en incógnita. Podemos encontrar decepción en el apartado grafico y los retoque de onomatopeyas, en cuentagotas desperdigados solo en algunas viñetas y peor aún, dejando un sinfín de carteles y textos en japonés que deberían haberse traducido como corresponde y ni siquiera fueron sujeto de un asterisco.

 Obviando la edición, el tomo único Metrópolis es una pequeña joyita que  se recomienda, merece la pena y no ha de pasarse de largo. Puede que se haya dejado envejecer pero es un clásico y marcó un antes y un después en la trayectoria de Tezuka, en él se empieza a perfilar los rasgos que marcaran al maestro. Con un dibujo redondeado y detallado, con páginas en las que, por ejemplo, tenemos una abarrotada habitación llena de personas y cada uno tiene una cara y expresión diferente. Todo muy detallista y con claras influencias disneyanas. Tanto que hay un claro homenaje a Mickey Mouse.

Metrópolis se publicó originalmente en el año 1949, y fue un trabajo que mandaron expresamente a Tezuka: le dieron un año para crear un manga de 160 páginas de ciencia ficción y este fue el resultado. El Manga no Kamisama toma la imagen de su protagonista (Michi) de la portada de la película “Metrópolis” de Fritz Lang de donde sacó también el título: pero ahí acaba su parecido ya que Tezuka ni siquiera había visto la película cuando ideó el manga. Además dos de sus personajes que más reaparecen posteriormente en otras obras; el Barón Rojo y Cerebroff se estrenan aquí por primera vez, a la vez que también salen otros de sus habituales: Mostacho y Kenichi.
 En cuanto al argumento, podría definirse más o menos así: en una ciudad súper avanzada, en un futuro cercano en el que la tecnología robo-humanoide es muy sofisticada, el niño detective Kenichi se ve atrapado en un conflicto, mientras el poderoso político Barón Rojo, afligido por la muerte de su hija contrata a un científico para crear un reemplazo, un exquisitamente hermoso robot llamado Michi que tiene la habilidad de cambiar de sexo. Como siempre, tenemos la moraleja del peligro de una sociedad híper tecnificada, armamentística y discriminatoria (en este caso reflejada por los humanos contra los robots).
 Si no nos dejamos llevar por el dibujo de hace 8 décadas, estamos ante una obra muy disfrutable.

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