martes, 10 de junio de 2014

10/06: The Incredible Hulk (Película)



10/06: The Incredible Hulk (114 minutos)
Lois Letarrier – Studios Marvel - 2008

Hay algo en esta película que tiene bastante de simulacro: ni es una película “seria” al estilo de la nueva trilogía de Batman (por no hablar de la soporífera anterior entrega de Ang Lee), ni es tampoco un divertido y desinhibido espectáculo como la reciente “Iron Man (ni, por cierto, tan infantil como las dos entregas de Los 4 Fantásticos). De hecho, parece como si la cinta contuviese dos almas que se anulasen mutuamente, y así uno va atravesando su metraje sin saber a qué carta quedarse. Si los rumores decían que la acción arrancaba muy pronto y que el gigante verde no se hacía esperar, uno se sorprende cuando se encuentra con un foco mayor de lo esperado sobre Bruce Banner y su recorrido como fugitivo mientras busca una cura a su mal, el que le convierte en Hulk cuando se enfada o se excita.

 El argumento nos cuenta que Bruce Banner (Edward Norton) vive oculto y retirado en un favela marginal de Brasil. Continúa su búsqueda del antídoto que le permita librarse de su brutal álter ego, que tanto daño ha causado a su vida y a la de los que le rodean; en la distancia, el General Ross (William Hurt) sigue empeñado en su captura, más por fines militares que personales, a pesar de que la bestia incontrolable estuvo a punto de matarles tanto a él como a su hija Betty (Liv Tyler). A la hora de dar caza a su ex yerno, cuenta con un nuevo aliado: Emil Blonsky (Tim Roth), ofuscado militar ansioso de poder. A los pocos minutos de arrancar la proyección, queda claro para el espectador que “El Increíble Hulk” poco o nada tiene que ver con las intenciones de su predecesora, sin que esto redunde en una merma en términos de diversión y disfrute visual.
 Un libreto rápido y vigoroso, un elenco entregado y una banda sonora estruendosa, secuencias de acción realmente soberbias —el enfrentamiento a campo abierto y a plena luz del día en el campus universitario—, todo ello aderezado con unos efectos especiales espectaculares y logrados, hacen de ésta una de las grandes propuestas “pochocleras” de superhéroes,  junto con las andanzas de Iron Man (que pulula también por aquí). Por supuesto, no faltan los guiños a la galería y al aficionado, desde el anticipo de nuevas líneas a seguir en el futuro por parte de la Casa de las Ideas, hasta los inevitables y necesarios cameos de Stan Lee y, sobre todo en este caso, de Lou Ferrigno, encarnación del gigantón verde en la serie original y que aporta ahora su propia voz en las pocas ocasiones en las que el entrañable mostrenco articula alguna que otra palabra.
 Lo cierto es que el director Louis Leterrier se muestra capaz de aportar empaque a un guión que subordina la profundidad al despliegue pirotécnico, sin duda apoyado en un reparto que disfruta enormemente con unos papeles que les permiten desplegar un histrionismo mayor que en la mayoría de las producciones en las que se han involucrado. Evidentemente, son Hurt y Roth quienes resultan beneficiados en este sentido, en especial el segundo, némesis inevitable y descomunal abominación con la que nuestro héroe.
 Así como en Iron Man, Thor o Capitán América, esta película también apunta a tramas y personajes que se van entrelazando, generando así su propio y rico universo, que tanto éxito da en la taquilla.

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