jueves, 18 de septiembre de 2014

18/09: El Día del Juicio



18/09: El Día del Juicio (148 Págs.)
Ricardo Barreiro y Francisco Solano López – Dodeytores  2009

En el mes de la historieta, hago una breve recorrida al cómic nacional por unos días, y luego de mencionar a Héctor Germán Oesterheld en la reseña anterior sobre historieta del país, no podían faltar las reseñas a las obras del maestro Solano López, la cual no giró solamente alrededor de El Eternauta, la obra maestra que lo hizo famoso. Junto al escritor Ricardo Barreiro, quien falleciera en 1999, realizaron muchas historias de diverso interés desde 1976 cuando colaboraran en Slot-Barr, un cómic que marcó un cambio en el estilo del dibujante y donde empezó con su ya reconocida e inigualable forma de ilustrar mujeres. Uno de sus trabajos en conjunto más interesante y que se aleja del estilo erótico que los caracterizaba, era publicado en partes en la revista D’Artagnan y fue recién recopilado y publicado en 2009 por Doedytores. Se trata de El Día del Juicio.

En el 2 de diciembre de 1993. En Medellín, Colombia, es acribillado y asesinado el zar latinoamericano de la droga Pablo Escobar por fuerzas de la DEA (Cuerpo Antidrogas de Estados Unidos). Todos los medios del mundo publicaron las imágenes del cadáver de Escobar, incluyendo policías posando junto a él. Una semana después en Londres, Inglaterra, un joven universitario colombiano de nombre Luis Mosquera, un prodigio de la física, recibe una visita inesperada que cambiará su vida para siempre al descubrir una insospechada conexión con aquel famoso narcotraficante.
Partiendo de un hecho real, los autores nos presentan una historia de venganza, acción, romance y hasta de toques apocalípticos sobre el enfrentamiento definitivo entre los señores de la droga colombianos y EE.UU. con desastrosas consecuencias.
 En el apartado gráfico, resulta una maravilla ver los trazos realizados por el maestro Solano. El aspecto visual es simplemente increíble que casi llega a opacar el guión de Barreiro, pero digo casi porque al final terminan trabajando de la mano y con una agilidad inigualable. Aquí no estamos frente a los dibujos de El Eternauta, pues en esta etapa Solano ya había decidido cambiar su estilo por uno más pulcro y detallista, con sus mujeres espectaculares y esbeltas que uno desearía que existieran en la realidad, estilizados escenarios y rostros que representan perfectamente lo que el personaje quiere decir. Solo con ver la espectacular secuencia inicial del ataque a la guarida de Pablo Escobar o el combate de tanques en plena Siberia dan por pagado el cómic.
 Ahora respecto al guión, Barreiro logra un trabajo admirable de ritmo y atrapa al lector desde la primera página. Es una historia de venganza con mucha acción y secuencias que envidiarían hasta los mejores realizadores de Hollywood. Si bien circulan muchos personajes por las páginas, hay pocos que son completamente desarrollados y otros solo sirven para ciertos momentos. Luis Mosquera es el protagonista de la historia, aunque en un comienzo no tiene idea de ello. Su transformación está presentada de manera algo simple en realidad, pues solo un hecho provoca un cambio radical en su forma de actuar, quizás faltó desarrollar más aquello. Uno de los secundarios que realmente destaca es Dick Master, periodista norteamericano del Herald of Manhattan, el primero en entender la mente criminal detrás de los desastres presentados en el cómic. Aunque su caracterización es algo cliché (periodista desaliñado con adicción al cigarro), es uno de los pocos que realmente razona la verdadera amenaza y sus intenciones. Mientras que Pichón, el segundo al mando del Cartel de Medellín, un hombre de edad pero muy inteligente, vendría a ser la voz de la experiencia dentro de aquel grupo y un personaje al que nadie quisiera tener de enemigo.
Lo más débil de la historieta es la parte romántica, que si bien cumple, es demasiado predecible y a momentos innecesaria. Aunque la secuencia onírica en la nieve es fascinante, la única luz en medio de la caída al abismo de quien protagoniza esta historia.
 No es una obra perfecta, pero es entretenida, atrapante y con un trabajo artístico de López que sorprende. Hay muchos cómics que destacar en el país y éste es uno de ellos. Un recuerdo de Barreiro/López que después de su partida sigue siendo una maravilla para los ojos.

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