domingo, 6 de septiembre de 2015

06/09: Scalped Vol. 5: Triste y Solo



06/09: Scalped Vol. 5: Triste y Solo (130 Págs.)
Jason Aaron, R.M. Guéra, Davide Furnó y Francesco Francavilla   – Planeta DeAgostini 2010

Nueva entrega de la magistral serie creada por Jason Aaron y R.M. Guéra, una auténtica joya sobre la que estuve leyendo y reseñando en este año, y pueden leer las reseñas pasadas en la etiqueta de la serie. No voy a entrar en innecesarias reiteraciones sobre sus virtudes, ni quiero enumerar más motivos para convencerlos de que le den una oportunidad. Sólo digo que es, sin ningún tipo de dudas, una de las mejor series de la línea Vertigo de DC Cómics, y me atrevo a decir que entra en el panteón de las tres mejores de este sello, y de las mejores historietas en general. El mérito, claro está, es de los autores. En este quinto tomo tenemos, como desde el inicio de la colección, a un Jason Aaron inspiradísimo, que demuestra una vez más porqué está resultando ser uno de los guionistas más en forma del mercado actual, tejiendo una historia de serie negra trepidante que engancha desde el primer número.

 En este tomo en concreto, Aaron hace avanzar la línea argumental principal (dibujada con su habitual maestría por R. M. Guéra) en la que se producen importantes revelaciones y se vislumbran trascendentes acontecimientos para el futuro; pero además introduce un personaje nuevo (cuyo pasado está estrechamente relacionado con el protagonista Dashiell "Caballo Terco") y desarrolla una trama de puro género negro, con una increíble, explosiva y violenta resolución, en la que "Caballo Terco" - inmerso en los últimos tiempos en una espiral autodestructiva - le ve las orejas al lobo y parece decidido a dar un giro drástico a su deriva.
 Entre medio, el genial guionista nos ofrece dos números de transición (dibujados por Davide Furnó, otro habitual de la serie, y Francesco Francavilla), en los que a modo de flashback, se esfuerza (con espectaculares resultados) en explorar el pasado y en definir el carácter y el perfil psicológico de dos importantes personajes: el agente Nitz y el mestizo Diesel. Los lectores habituales de la serie sabrán que este par  son unos “mierda”, con los que a nadie le gustaría toparse nunca en la vida. Pues bien, Aaron logra que empaticemos con ellos, pues al saber más de sus vivencias en el pasado, comprendemos mejor porqué actúan como actúan en el presente. Es decir, como todos los personajes de la serie, también tienen sus luces y sus sombras. Aquí no buenos ni malos, no hay blanco y negro, sino que todo es de color gris. Un gris con muchísimos matices.
 En definitiva, ya tengo ganas de leer el siguiente tomo que, según he leído, resulta casi tan bueno como éste. Y no es de extrañar.

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