14/11: Hunter X Hunter Vol. 3

14/11: Hunter X Hunter – Vol. 3 (184 Págs.)

Yoshihiro Togashi – Panini Cómics 2012

Llega la tercera prueba del examen de hunter, que consiste en descender la torre Trick Tower en un tiempo determinado en grupos de cinco. El grupo de Gon se topa de bruces contra unos presos de larga duración, quienes verán reducido su tiempo de condena de forma proporcional al tiempo que ganen parándoles los pies a Gon y los suyos. Esta es la premisa del tercer volumen de Hunter x Hunter, la serie shonen escrita y dibujada por Yoshihiro Togashi, autor que ya había saltado a la fama con su anterior manga, Yu Yu Hakusho. Es un tomo muy bueno, en el que vemos que, más allá de la tosca manera de dibujar de Togashi, el tipo sabe mantenernos en tensión por medio de enfrentamientos que no necesariamente tienen porqué recurrir al combate físico. Los presos de larga duración son un ejemplo de esto, pues cada uno propone un reto diferente a nuestros protagonistas.

  La resolución de la tercera prueba nos muestra una vez más el ingenio de Gon, y nos hace querer aún más a este simpático protagonista. Tras esta tercera prueba, nos introducimos en la que, para mí, es la mejor de todas, y la que más ligada está a la profesión de hunter en lo que a "cazar" se refiere, la cuarta. Aquí, los aspirantes serán enviados a la Isla Zevil. Su objetivo es cazar al resto de participantes, a la vez que evitan ser cazados. Concretando, cada jugador tiene un número de participante asignado, y a su vez, recibe otra tarjeta con el número de su objetivo. Lo que tienen que hacer es reunir placas identificativas hasta llegar a los 6 puntos. Tanto la propia cómo la del objetivo valen 3 puntos, mientras que el resto de placas valen 1.
 Gon tiene la mala suerte de tener cómo objetivo a Hisoka. Sin embargo, dado que se trata de conseguir su placa y no de derrotarle, aún tiene posibilidades de hacer algo al respecto. Y es aquí cuándo me quito el sombrero ante Togashi. Me parece magistral, la forma que tiene de llevar el entrenamiento de Gon con la caña para prepararse para el enfrentamiento con Hisoka. Nos presenta a un Gon meditativo que, por medio de la observación, descubre la esencia misma de la caza. Esa cadena de cazador-cazado y cómo pasa a formar parte de ella es sencillamente soberbia.
 En otro orden de cosas, el dibujo, como siempre, desganado, hasta con algunos fondos que son sólo fotografías pegadas. En cuanto a los personajes, hay dos momentazos de Killua y Kurapika en la 3ª prueba, con asesinatos y palizas inclusive.
 En fin, un buen tomo, como siempre. Si Togashi se esforzara más el dibujo, estaríamos ante un manga de 10.