domingo, 14 de febrero de 2016

14/02: Érase una Vez Nosotros Vol. 10



14/02: Érase una Vez Nosotros – Vol. 10 (192 Págs.)
Yuuki Obata – Ivrea Editorial 2015

 Feliz día para todos los enamorados. Y para “homenajear” este día, sigo con mi recorrido de historietas románticas, y le llega el turno a Érase una vez nosotros, un manga que tenía colgado hace tiempo también por su errática publicación en el país. En Érase una vez nosotros nos van sumergiendo progresivamente en la psicología de los personajes, que finalmente termina por absorber todo el manga. Pueden llegar momentos en que incluso llegues a perderte y ya no entiendas ni lo que está ocurriendo ni por qué. Hay que tratar de deshacerse de nuestra mente occidental, e intentar acercarse a una mucho más introspectiva y más propia de los japoneses en cuanto a temas emocionales. De lo contrario, no podrás disfrutar al 100% de este manga, ya que es ahí, en como se desarrolla el drama y cómo se desarrollan los personajes internamente, donde yo creo que reside el valor de este manga.

El argumento en sí, no propone nada nuevo. Chica conoce chico y se enamoran, pero él tiene un trauma (al que a medida que avance la historia se le irán sumando tantos otros) que le impide estar bien con ella. Por otro lado, lo que a mí sí se me hace interesante, es que la historia no se centra sólo en su etapa de estudiantes, si no que el tiempo avanza a buena velocidad y se podría decir que el manga se divide en dos; primero la época de instituto, y más adelante, la etapa adulta de los personajes, lo cual dota al manga de toda una nueva perspectiva temporal, mucho más amplia, y que compensa lo que en principio podía ser un manga como con un argumento como el de cualquier otro.
 Después del salto en el tiempo del volumen pasado, en este décimo tomo se regresa al pasado nuevamente. Este volumen sigue Yano en su primer año lejos de Nanami, y cómo se ve a través de los ojos de una compañera de clase, Sengenji. Mientras que las cosas siguen empeorando para la madre de Yano, éste se esfuerza desesperadamente en aferrarse a su relación a larga distancia con Nanami. Mientras tanto, Yamamoto entra en escena una vez más “persiguiendo” a Yano, con el que tuvo un affiare en el pasado, y Sengenji tendrá que contener sus  propios sentimientos por Yano. Gran parte de esta serie gira en torno a cuestiones de confianza, y una vez más Yano está a la altura, no en términos de su propia confianza, sino en su incapacidad para confiar Nanami. A pesar de que trata de justificar esto como preocupación por ella, es obvio que lo que realmente está protegiendo es a él mismo.
 En cuanto al dibujo, Yuuki Obata  dibuja líneas limpias y simples, pero muy bonito. Un dibujo ideal para un shojo, y creo que lo desenfadado -por así decirlo- que es le va muy bien a la historia, ya que un dibujo recargado podría hacer que el manga se hiciese demasiado pesado. Éste manga ya tiene suficiente drama de por sí, y necesita un dibujo que sea agradable, y el dibujo de este manga ayuda a crear el ambiente en el que se desarrolla la historia.
 Para los/las lectores/lectoras que busquen un shojo dramático, con mucho romance, Érase una vez Nosotros es el manga ideal que están buscando. De 16 tomos, con edición nacional por Editorial Ivrea, es una buena opción, aún aguantando los parates que tuvo que sufrir su publicación. Feliz día entonces a todos los que quieran salir a festejar este día con su pareja.

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