viernes, 7 de marzo de 2014

07/03: Hellblazer: Vol. 1-5



07/03: Hellblazer - Tomos 1-5 (144 Págs.)
Jaime Delano y John Ridgway –Editorial Zinco 1990

Siempre es bienvenido leer y escribir sobre una serie de la mítica Vértigo, el sello de la editorial norteamericana DC dedicada a sacar material orientada al público adulto. En este caso, me encuentro ante los legendarios primeros números de la serie Hellblazer, serie conocida por tener las peripecias del detective sobrenatural John Constantine (quien llegó a la pantalla grande en una película con su nombre).
La edición que leí en esta ocasión son cinco revistas publicadas por la extinta editorial española Zinco, que recopila los números Hellblazer 1, 2, 3, 4 y 5, publicados entre Enero y Mayo de 1988, y consisten en un primer arco de la serie. Hellblazer es una serie de estética gótica, oscura y opresiva. Su personaje principal y protagonista, John Constantine, es retratado como un hombre con conocimientos ocultistas que sobrevive en un mundo moderno, donde los conflictos entre la realidad, lo mágico y lo sobrenatural lo mantienen en tensión.

La serie mantiene una línea de expresión británica, tanto en su humor como en sus problemáticas, por la cual se expresan tópicos políticos y sociales tales como el racismo imperante en Reino Unido, o los problemas acaecidos con el auge del conservadurismo de Margaret Thatcher. John Constantine fue creado originalmente por el autor británico Alan Moore, para la serie The Swamp Thing, aunque rápidamente cedió el personaje para su serie propia.

 John Constantine  es un hechicero y exorcista con tendencias amorales y poseedor de valores cuestionables, además de métodos poco ortodoxos. Es un antihéroe atrapado en la estética del detective clásico: narrando sus pensamientos en una voz en off, aparece como un perdedor consciente de su suerte, bastante alcohólico y adicto a la nicotina, y su personalidad definitiva oscila entre individualista y amoral, cínico y solitario. Su único objetivo es su propia supervivencia, para lo cual practica todo tipo de trucos y engaños con los seres sobrenaturales a los que se enfrenta, y con los seres humanos que le rodean en su vida cotidiana.

En los cinco números, se encuentran cuatro historias autoconclusivas, donde vemos al protagonista actuar en el mundo en decadencia que tan en moda estaba en el 80, pero que aún hoy sigue gustando. Sin duda los guiones de Jaime Delano son ideales para meternos en esa estética detectivesca y ochentona, con los problemas sobrenaturales de demonios decadentes y sectas violentas. Sin duda es lo más alto del equipo creativo, con su narración fluida pero atrapante a la vez. El dibujo de John Ridgway ayuda a mantener ese ambiente decadente, ochentoso (sobretodo por los rostros de los personajes) y under por el que se mueve Constantine.

 No hace mucho reseñé (en Enero) el comic de La Sombra, también publicado por la Editorial Zinco, con una onda detectivesca sobrenatural muy que en la época causaba furor. Esta serie tiene esa similitud, pero se nota cuando hay pasta para algo más grande. Y sin duda esta serie y le protagonista lo tienen, y te enganchan  hasta el final de este primer arco de la serie. Un comic ideal para los que se apasionan por el género sobrenatural o por los detectives perdedores. Ya mismo me pongo a buscar otras sagas y números de esta serie, que se recomienda ampliamente para los lectores que aún no están familiarizadas con ella.

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